Ingeniero Huergo – “Robando Sonrisas” sonríe más que nunca porque a la gratificación que genera el hecho de ver cómo este proyecto que nació hace 8 años genera alegría en grandes y chicos a la hora de recibir una bicicleta, ahora se suma el estímulo de haber sido premiado a nivel nacional por su acción solidaria. “El premio es un impulso para seguir por muchos años más”, expresó recientemente la joven huerguense y fundadora de esta iniciativa, Jennifer Romero.

A través de su proyecto “Robando Sonrisas”, Jennifer Romero (27) restaura y dona bicicletas a niños, niñas, adolescentes y adultos en Ingeniero Huergo. Una vez reparadas, junto con Diego, su pareja y cofundador del proyecto, la joven distribuye las bicicletas de forma gratuita entre los vecinos de la localidad o localidades vecinas del Alto Valle y Valle Medio. Robando Sonrisas también recicla bicicletas para personas con movilidad reducida.

Esta semana Jennifer participó en representación del proyecto de la Gala Final del Premio Abanderados y fue premiada por la destacada labor solidaria.

“Este bebé está pasando por muchas emociones”, fue lo que primero que expresó la joven huerguense a la hora de subir al escenario y manifestar su alegría. En la ocasión agradeció el apoyo y el acompañamiento de la ciudadanía. Si bien reconoció que dicha acción solidaria es realizada de manera desinteresada, valoró el premio por entender que se trata de un impulso para continuar por este camino iniciado hace 8 años.

Hasta la fecha ya llevan 426 recicladas y entregadas, entre ellas, triciclos adaptados. Por este motivo, desde Canal 13 y Fundación Noble junto a empresas que acompañan, seleccionaron a “Robando Sonrisas” como 1 de los 8 proyectos solidarios del país a destacar, de un total de 800 a nivel nacional.

Desde el Premio Abanderados, que este año tuvo su 13° edición, se reconoce a aquellos argentinos que se destacan por su dedicación a los demás a través de diferentes acciones solidarias. En este sentido, destacaron el objetivo principal de Robando Sonrisas, el cual consiste en mejorar la movilidad y calidad de vida de las familias que no solo carecen de recursos económicos para acceder a un medio de transporte, sino que además viven en zonas alejadas del transporte público y con poco acceso a la conectividad.

Desde Robando Sonrisas también generan un impacto positivo en el ambiente, ya que si no fuera por la reutilización de las partes de las bicicletas, estas terminarían como desechos en basurales.

“Lo que hacemos es sin fines de lucro, solo porque soñamos que muchos niños y niñas vivan la sensación de libertad que nos regala la bicicleta. Creo que de niños muchos soñábamos con tener una bicicleta. Algunos pudimos, pero muchísimos otros no. Queremos que todos los niños, dentro de nuestras posibilidades, puedan vivir esa experiencia y sentir esa alegría”, expresó Jennifer días atrás a LCR.

“En estos días, medios de todo el país nos llamaron y ahora Robando Sonrisas es conocido a nivel nacional e internacional en Francia. Gracias a cada vecino y vecina de mi querido Ingeniero Huergo, a todo el Alto Valle y la provincia en general”, continuó agradeciendo Jennifer a través de sus redes sociales.

“Gracias a nuestras familias que nos aguantan siempre y a bicicletería Paulete, la más solidaria del país (…) Este fue el comienzo de algo muy grande, un premio que nos abre muchas puertas en todo el país y podemos llegar a cumplir el sueño a más niños y niñas de tener una bicicleta. Gracias por tanto amor y a seguir Robando Sonrisas”, agregó.

Vale destacar también que además de trabajar en el reciclado de las bicicletas, Jennifer realiza otras actividades solidarias por la comunidad. Entre ellas, organiza campañas de donación de ropa y colabora con merenderos de la zona a través de donaciones de alimentos. También distribuye material escolar entre los chicos y chicas de la zona y, en colaboración con la Fundación Garrahan, recolectan tapitas plásticas en las escuelas para luego llevarlas a la sede de la organización en Buenos Aires.