Las lluvias sumado a la falta de mantenimiento y de relleno en determinadas calles llevan a que se torne dificultoso poder transitar por determinados barrios de la ciudad. A esta situación debe agregarse algunas prácticas de los vecinos como son los desagotes hacia la vía pública o, para evitar el tránsito a alta velocidad, dejan el agua correr y hasta crean lomos de burro.

En las últimas horas una mujer se comunicó con la Redacción de LCR para expresar su disconformidad a la hora de tener que transitar por calle Los Nogales, especialmente desde 11 de Septiembre hacia el cementerio.

“Por calle Los Nogales ya no se puede transitar debido a los pozos que ocasiona las personas que tiran agua”, dijo la vecina. Agregó que ahora el inconveniente es mayor debido a la rotura de un vehículo que permanece estacionado sobre la vía pública y que significa otra dificultad a la hora de circular frente a barrio La Graava. “Es una vergüenza para los que tienen que transitar hacia el cementerio. Deberían brindarse una solución”, concluyó.

Si bien parte del problema son los desagotes provenientes de algunas propiedades para evacuar el agua de la cocina o los lavarropas, otra parte de los inconvenientes está vinculado con los pozos que presenta la arteria, por lo que desde el Municipio se reconoció que resulta necesario el paso de la máquina.

A la hora de referirnos a los desagotes hacia la calle, la situación que se presenta en calle Los Nogales es algo que se repite en otros barrios ubicados a pie de barda o en distintos puntos de la ciudad y que es de “difícil solución”, se manifestó. En este sentido, se hizo hincapié en que se trata de una práctica que forma parte de “vicios” que existe en la sociedad y que solo puede cambiar con educación y campañas.

Por el hecho de que los pozos ciegos no dan abasto, hay vecinos que optan por tirar el agua de los lavarropas y la cocina a la vía pública. Existen también algunos ejemplos donde el servicio de cloacas se ha pagado, pero el Municipio no cumplió con la concreción de la obra en los últimos años.

También están aquellos que deciden dejar la manguera hacia la calle para que el agua actúe como obstáculo y así evitar que los automovilistas o las motos circulen a alta velocidad. En otros casos, cada vez son más los que optan en construir sin la debida autorización y cartelería lomos de burro.

¿Qué hacer si hay un desagote hacia la calle?

En el peor de los casos, y son los menos, algunos han arrojado las aguas servidas a la vía pública lo que ha motivado a que desde la Municipalidad se interviniera y labrara la multa correspondiente.

Lo que sí cada vez es más habitual son los desagotes del agua de los lavarropas o la cocina hacía la calle y desde el Municipio se indicó que si bien es una práctica de difícil solución, cada vez que el vecino llama a la Municipalidad se va hacia el lugar y se constata la situación. De detectarse la irregularidad se labra la infracción y luego se eleva al Juzgado de Faltas quien tiene la última decisión.

La ordenanza que regula este tipo de hechos es la misma que sanciona el riego de las veredas o el lavado de los autos en la calle, situaciones por las cuales se han venido labrado multas. En relación a este punto se especificó que primero se da un apercibimiento, luego se aplica una multa que va de 1 a los 3 SAM (el valor de esta unidad de medida ronda los $33.000). En caso de reincidencia, la multa se agrava la tercera vez que se detecte la infracción.