El Gobierno se encuentra en las últimas instancias de preparación para vetar la reciente ley de reforma jubilatoria. De acuerdo con fuentes destacadas de la Casa Rosada, se espera que el presidente Javier Milei firme la medida de veto este viernes, y que se publique oficialmente en el próximo Boletín Oficial la semana que viene.

El contexto político alrededor de esta medida es tenso. El Congreso ha expresado su intención de insistir con la ley que garantiza un aumento del 8,1% para los jubilados, aprobado inicialmente por una gran mayoría tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. Específicamente, en Diputados 160 legisladores votaron a favor frente a 72 en contra y 8 abstenciones, mientras que el Senado aprobó la medida con 60 votos a favor y sólo 8 en contra.

Las facciones opositoras, incluyendo Encuentro Federal, la Coalición Cívica y la UCR, ya están trazando estrategias para rechazar el veto presidencial. Pero la complejidad de la situación aumenta al necesitar aquellos que apoyan la reforma de las pensiones garantizar los dos tercios de los votos en ambas Cámaras. Un desafío considerable, especialmente cuando deben contar con los As que anteriormente se abstuvieron.

La propuesta legislativa que está en juego no sólo incluye el aumento del 8,1% como medida para paliar la inflación de enero, sino que también plantea una actualización mensual basada en el Indice de Precios al Consumidor (IPC) y una mejora adicional en marzo cada año en relación a la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE).

Mientras tanto, desde el Gobierno ya anticipan que esta disputa podría trasladarse a los tribunales si el Congreso logra reunir los votos necesarios para rechazar el veto. “Inmediatamente lo judicializaría”, expresó una alta fuente de la Casa Rosada.

El destino de la nueva ley y su impacto sobre las pensiones de los jubilados sigue siendo incierto. Lo único claro es que las próximas semanas serán decisivas y cada jugada política podría cambiar el desenlace final.