La iniciativa busca constituir un Código de Ética en la labor parlamentaria para diputados, senadores y personal jerárquico del Congreso de la Nación. La presentación se da luego del polémico aumento de sueldo por parte de los miembros de la Cámara Alta.

El proyecto busca prevenir conflictos de intereses, imponer la dedicación exclusiva, (con excepción de la docencia). También norma la publicación de declaraciones juradas, el presentismo y establecer el fideicomiso ciego para evitar los conflictos de intereses y los modos de comportamiento con sus respectivas sanciones y los alcances del lobby.

Además, cuenta con una cláusula anti nepotismo, suprime el uso de vehículos oficiales y la emisión de pasaportes oficiales salvo para viajes que estén justificados.

Maximiliano Ferraro, diputado y presidente de la CC-ARI expresó: “Hay que discutir seriamente las dietas de los diputados y senadores. Esta votación «de canuto» no es la manera, hay varios proyectos para terminar con la discrecionalidad y con el uso cínico de quienes necesitan «a la casta» cómo un enemigo permanente para justificar sus errores de gobierno.”

Respecto de las declaraciones de la presidente del senado Victoria Villaruel y los senadores Luis Juez (PRO) y Ezequiel Atauche (LLA) tras la polémica votación a mano alzada, Ferraró aclaró: -“Podían evitarlo en el armado del Plan de Labor Parlamentaria. Pudieron haber votado negativo y expresarlo a viva voz al momento de habilitar el tratamiento sobre tablas (2/3) del proyecto sin dictamen, pero tampoco lo hicieron. O al menos, que algún bloque o senador dejara constancia explícita y manifiesta de su voto negativo en la votación en general, pero hubo silencio total. Nada de eso pasó, hubo complicidad, y después hipocresía y demagogia para la tribuna en las redes.”