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Horror: una pareja fue detenida por matar a golpes a su beba recién nacida

La beba aún tenía el cordón umbilical cuando la llevaron al hospital sin vida.
Horror: una pareja fue detenida por matar a golpes a su beba recién nacida
Publicado en Policiales y Judiciales Hoy 05:17:18

En el partido bonaerense de General Rodríguez, un horrendo crimen ha sacudido a la comunidad: una beba recién nacida fue asesinada brutalmente. La historia que ahora conmociona a la opinión pública salió a la luz cuando agentes del SAME trasladaron a la pequeña al Hospital Vicente López y Planes. Llegó en brazos de Magalí Cruceño, una mujer de 31 años que alegaba haber optado por un parto en casa junto a su pareja, Ariel Yedro.

Sin embargo, cuando los médicos del hospital analizaron a la beba, las evidencias de un ataque violento eran irrefutables. En el sector de Neonatología, los profesionales de la salud se horrorizaron al observar que la recién nacida presentaba «lesiones en la laringe con abundante sangrado, hematomas en la mandíbula inferior y zonas extensas marcadas por equimosis”. Con las pocas fuerzas que encontraron, intentaron activamente rescatarla, pero pronto comprendieron que el daño era incompatible con la vida. Tristemente, la pequeña murió poco después de su llegada al hospital.

La autopsia confirmaría posteriormente las sospechas iniciales. Los forenses desentrañaron que la bebé había sido brutalmente golpeada: su cráneo presentaba aplastamiento, tenía tres costillas fracturadas a la izquierda y el resto del cuerpo cubierto de hematomas. Se cree que la pequeña perdió su vida tan solo minutos después de haber nacido.

Algo que profundiza el horror del caso es que, según las investigaciones, cruelmente ni siquiera le quitaron el cordón umbilical a la nena tras el nacimiento. Con estas pruebas, la fiscal Gabriela Urrutia, del Departamento Judicial Moreno-General Rodríguez, decidió acusar a la madre y su pareja de homicidio agravado. Así, las autoridades procedieron con la detención, bajo estrictas medidas de seguridad.

Durante la audiencia, ninguno de los acusados quiso declarar, sorprendiendo aún más a la fiscal, quien comentó que durante todo el proceso «ni una lágrima se les cayó”. Magalí Cruceño fue posteriormente recluida, bajo vigilancia policial, en el área de Ginecología del hospital, dado el estado particular tras el parto reciente. Ahora el caso sigue su curso judicial con un país que demanda justicia para la inocente beba que perdió su vida en tan penosas circunstancias.